La ilusión y la confianza como motor de vida. ¡Volveremos!





La sonrisa que veíamos en esta foto mostraba la satisfacción, y quizás la liberación y el alivio, de haber certificado un año más la permanencia en Tercera división. 






Y sí, decimos alivio porque el transcurso de la temporada no fue como pensábamos, o “cómo estaba previsto”, y con el paso de las jornadas se fue haciendo más y más complicado optar a los puestos de tranquilidad para evitar posibles arrastres. Depender de terceros no es nunca una buena opción porque te juegas toda una temporada a un resultado que no depende de nosotros.


Hemos querido dejar pasar unos días para hacer balance de la temporada, tomar distancia, y valorar todo lo acontecido. Porque un año da para mucho y los proyectos y objetivos pueden variar bastante y el resultado puede diferir de aquello que te habías marcado.


Y no vamos a ser hipócritas pero tampoco inconformistas porque el comentario más escuchado los últimos días era el de “vamos a salvar la temporada para seguir disfrutando un año más en Tercera” o el ya consabido “vosotros es que sois muy jóvenes pero siempre nos hemos mantenido a duras penas en Tercera”. 


Y no vamos a contradecirlo porque estas afirmaciones son correctas, y totalmente respetables, pero también queremos hacer autocrítica porque el conformismo conlleva resignación y hace que las personas pasen a un estado de aceptación y negatividad que no beneficia a nadie.


Las lesiones y las bajas administrativas de jugadores importantes han mermado, y mucho, el potencial del equipo. Esto es así.

Si bien, no es algo que no pueda ocurrir puesto que las adversidades están siempre a la orden del día. 


Durante una temporada SIEMPRE va a hacer imprevistos y contratiempos. La diferencia está en la forma de abordarlos y todo pasa por tratar de sobreponerse y buscar soluciones. Compadecerte no sirve de nada porque no va a hacer cambiar tu suerte ni tus resultados, por mucho que te quejes o achaques todo a la “mala suerte”. 


La vida es un camino de infortunios a los que debes hacer frente y sobreponerte a los golpes. Porque te van a golpear y duro, y te tienes que levantar y seguir hacia adelante; hacer frente. Si crees que todo te va a ir bien y que no vas a sufrir, siento quitarte la ilusión, y ser agorero, para anticiparte que esto no es así y que es irremediable el sufrimiento.


Decíamos antes que no íbamos a ser hipócritas y, naturalmente, no vamos a serlo. Lo que sí haremos es poner en valor lo conseguido porque a pesar de todo, hemos salvado lo que habría supuesto una decepción mayúscula para toda la afición que habría sido un descenso de categoría.


Por este motivo, queremos recordar aquellos partidos en los que por falta de efectivos tuvimos que recurrir a juveniles para cerrar la convocatoria. Partidos “feos”, duros, difíciles de jugar en campos como San Clemente o Torrijos. Puntos que no son valorados cuando se consiguen pero que puedes poner en valor a final de temporada considerando los problemas puntuales que teníamos por aquellas fechas.





Aquellos otros enfrentamientos en los que se competía de tú a tú en los que el equipo demostraba tener calidad para posicionarse arriba de la tabla. Recuerdo partidos como los disputados contra el Toledo o Socuéllamos, tanto en casa como de visitante. Competitividad y una mentalidad de no sentirse inferior al rival. 


Puntos, al fin y al cabo, cosechados por el equipo con las circunstancias o adversidades del momento y que no queremos dejar al margen.


Pero tampoco vamos a ser hipócritas y vamos a aceptar con resignación aquello de “siempre nos hemos mantenido en Tercera a duras penas”. 


Sí, esta afirmación es cierta, pero con un matiz, porque esto sucedía antes, sucede hoy y sucederá en el futuro porque nadie regala nada y todo el mundo sale a competir para obtener los mejores resultados. 


No conozco a ningún equipo que gane los partidos por el escudo, por la camiseta o porque, a priori, es mejor equipo que el rival. 


Tampoco conozco a ningún equipo que mantenga la categoría, descienda o promocione por el mero hecho del nombre, de su presupuesto o del tamaño de la localidad a la que representa. Y, si esto fuera así, jamás el Marchamalo o el Illescas habrían ascendido de categoría o, el Torrijos, que viene de disputar un play-off habría mantenido la categoría.


Creo con bastante seguridad que no hay que despegar los pies del suelo ni ilusionarse en demasía con expectativas que no tienen por qué cumplirse. Nada sucede sin esfuerzo ni sufrimiento y el que diga lo contrario es probable que esté equivocado.


Y creo que lo más importante, además de esforzarse y trabajar duro como decía antes, es tener la mayor confianza posible en uno mismo y la ilusión por conseguir objetivos ambiciosos. Y eso se consigue siendo lo más realista posible. 


Confianza en uno mismo porque no debemos pensar que nosotros somos capaces de hacer cosas que son imposibles de hacer, ni tampoco debemos pensar que otros son mejores que nosotros porque ellos sí son capaces de hacer esas cosas que nos pueden parecer imposibles; ya que es evidente que eso tampoco es verdad.


Y la ilusión, esto es clave, porque da esperanza poniendo el foco en un futuro mejor en el que las mejores cosas que te puedan pasar como individuo, y como equipo, te acompañen todos los días de tu vida.




Frente Panocha.

CD. Villacañas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

RB Academy pone los ojos en Villacañas.

Villacañas, una humilde ambición.

Queridos Inconformistas (Parte II). Frente Panocha. Manzanares 2 - CD. Villacañas 3.