Aquel niño que daba saltos con su moto: La Ilusión, el esfuerzo y la determinación. ¡Feliz 2024! - Frente Panocha.






Tras un tiempo ausente en el blog, debido a los compromisos familiares y profesionales, nos hemos decidido a escribir una última entrada para despedir el año y felicitar y desear a todos los integrantes del grupo lo mejor para este 2024. ¡Feliz año!


Hace unas semanas, en uno de los últimos partidos de casa, hablábamos unos integrantes de la peña sobre lo mucho que ha cambiado el club y la evolución que ha habido en los últimos tiempos. 


Esto es lo peor de cumplir años y hacerse mayor que cuando quieres darte cuenta, sin quererlo, te vuelves un “abuelo cebolleta” de esos que sólo hablan del pasado y que repiten y repiten cómo eran las cosas antaño.


  • “¿Y te acuerdas cuando llovía todo embarrado? Esta banda nadie la quería porque se hacía un charco y acababas calaíco”.
  • “Ya te digo, es que antes todos los campos eran de tierra. Ahora todo césped artificial, es que no te da ni un mal bote. Si no salen chicos buenos jugando al fútbol…”.
  • Estos no han conocido los Mykasa. Te daban un pelotazo y tenías marca para un mes.
  • “Yo me acuerdo de los banquillo, estaban metidos dentro de la tierra, en la otra banda. Ahí te escondías a lo calentico y nadie te veía.”
  • “Y venías a ver al Villacañas y estaba Julito dando salto con la moto por encima de la tapia del campo…”.


Y así todo el tiempo, rememorando hazañas e historias que has presenciado, explicándoselas a otros que no tuvieron la suerte de haber estado en ese momento. Padres, niños, forasteros, todos escuchaban nuestras historietas.


Aquel niño que daba saltos con la moto era de sobra conocido en el pueblo. Apenas se mantenía en pie con la moto, no llegaba al suelo, y tenía una habilidad especial cuando pilotaba en un circuito de motocross, construido de forma “artesanal”, detrás del campo de fútbol; en lo que ahora son pistas de tenis y pádel.





Era un chaval que siempre lo recordamos subido en una moto y raro era el día que no lo encontrabas en ese circuito. Y así, un día tras otro.


Ese niño al que nos referimos hoy, es campeón del mundo de 125cc y subcampeón de Moto2. Consiguió victorias y podios por todo el mundo y nos brindó muchas emociones y buenos momentos a los vecinos del municipio. Un chaval que probablemente hubiera tenido un palmarés mayor de no haberse cruzado aquel piloto imprudente que le destrozó la pierna. 






Pero Julito tenía tres cosas que son muy valiosas, y totalmente imprescindibles, para conseguir buenos resultados en la vida. Él tenía la ilusión, el esfuerzo y la determinación necesitaría para ser mejor día tras día.


Ilusión por disfrutar, por pilotar, pasión por y para las motos. Ilusión por ser mejor cada día y conseguir los objetivos que se planteaba.


Esfuerzo en cada tanda de entrenamiento, en cada prueba, en cada viaje... Esfuerzo para dar pequeños pasos en forma de sacrificios que fueron necesarios para llegar a ser lo que es, un piloto campeón del mundo.



Pero también tenía una determinación clara sobre lo que quería lograr, por aquello por lo que luchar y por lo que él creía que podía conseguir. La misma determinación le hacía levantarse del suelo tras una caída y volver a pilotar con más ganas, con más fe y con más entusiasmo.



Y es que nadie hubiéramos imaginado que aquel niño que daba saltos con su moto

iba a llegar tan lejos. Nadie en su sano juicio lo habría planteado, y es probable que él, cuando empezó, ni siquiera lo había imaginado pero el resultado es de sobra conocido por todos.






Por este motivo os vamos a pedir una cosa… 


Cuando alguien hable con vosotros y os cuente una idea, un objetivo o un sueño que quieran y anhelan conseguir, por muy ambicioso, raro o extravagante que parezca, escuchadle y jamás le juzguéis.


No le contestéis que eso no es posible, que se equivoca o que se va a “dar una hostia” porque eso no lo sabemos de antemano. Y es probable que el resultado no sea todo lo óptimo o satisfactorio que espera pero jamás le quitéis las ganas de luchar por conseguirlo. 


Escuchadle, animadle a mantener viva esa ilusión para que lo persiga con determinación pero advertirle que para lograr esa ilusión tendrá que esforzarse y mucho.


Comentadle que tendrá momentos de duda, de incertidumbre y de desánimo. Situaciones que todo le salga mal, donde la

desesperanza le animará a abandonar pero

son en esos momentos donde tiene que mantener su determinación y esfuerzo para conseguirlo. No puede darse por vencido al primer contratiempo sino que tiene que seguir perseverando para lograr su propósito. 


Díganle que jamás deje que alguien le inculque la idea de que no es capaz de conseguir aquello que se ha propuesto. Que mantenga la ilusión, la determinación y el esfuerzo porque esos son los tres ingredientes que le conducirán a sus objetivos.


Y sí, aquel niño que veíamos hace muchos años dando saltos con su moto nos dio una lección a todos nosotros y nos mostró que, en esta vida, con ilusión, esfuerzo y determinación es posible conseguir aquello que uno se propone.





Para este nuevo año que va a comenzar te pedimos que no dejes que nunca nadie te diga que no eres capaz de lograr algo.


¡Feliz 2024! 

Frente Panocha 

🔴🔵⚽️

Comentarios

Entradas populares de este blog

RB Academy pone los ojos en Villacañas.

Villacañas, una humilde ambición.

Queridos Inconformistas (Parte II). Frente Panocha. Manzanares 2 - CD. Villacañas 3.