Gente extraordinaria, la casta y la gloria. Frente Panocha.
Seguramente ayer llegaste a casa decepcionado y con pocas ganas de comentar el partido. Una sensación de impotencia y rabia por ver cómo, una vez más, los puntos no se quedaban en casa. Pensando acerca del penalti pitado, por las pocas ocasiones creadas, por lo mucho que nos penaliza el rival cuando tiene oportunidad.
Dándole vueltas a que muchas jugadas dudosas no se traducen en acciones a nuestro favor. Que el gol en contra en Illescas viene precedido de un penalti clamoroso a favor nuestro, o que en el descuento nos anulan un gol por un fuera de juego dudosos
La verdad que ya todo esto da igual, es parte del pasado y no se puede cambiar. No vale la pena seguir dándole vueltas. La situación no es buena y hay que revertirla como sea.
He de reconocer que no teníamos muchos ánimos para escribir hoy pero creemos que el compromiso, con uno mismo y con el grupo, es uno de los ingredientes que a la postre se traduce en resultados, y en todo lo que uno persigue.
En uno de los últimos libros que he leído, hay un capítulo donde el autor, Bob Rotella, habla sobre el compromiso y la gente extraordinaria. Es un libro que muy recomendable para aquellos que quieran mejorar y progresar en su carrera, ya sea en el trabajo, en el deporte o incluso en la vida misma.
Bob es psicólogo y a lo largo de su vida ha trabajado como coach con directivos y ejecutivos de importantes compañías, deportistas y artistas como cantantes o actores. Es, sin duda, uno de los mejores.
En uno de los apartados desarrolla un tema en el que aborda la necesidad de aprender a ser optimista. Refiere que con toda la gente que ha trabajado, y que ha sido y es extraordinaria en su campo, hay dos ingredientes: el compromiso y el optimismo.
Continúa afirmando que es materialmente imposible que un pesimista de la vida, o un deportista sin compromiso, pueda alcanzar los objetivos que tiene marcados. Que es el compromiso, y el optimismo, lo que hace que uno no baje los brazos y continúe adelante pese a los múltiples obstáculos que va a tener por el camino.
Además, comenta que aun esforzándose y trabajando duro, es posible que no llegues a los resultados esperados pero que es muy importante mentalizarte, y aprender, que sólo trabajando duro lo lograrás. Esto, sin duda, es optimismo.
A partir de aquí, cada uno puede sacar sus propias conclusiones y escoger el camino que quiera seguir, si bien, echando un vistazo a la clasificación, y al calendario, todo queda resumido en dos alternativas…
Una, sin duda, es dejarse llevar y bajar los brazos. Entrar en la autocomplacencia y lamentarse por las ocasiones falladas, los partidos perdidos, los penaltis no pitados… Estar expuesto a los devenires de la competición. Mentalizarse que, probablemente, competiremos en una categoría inferior la próxima campaña con todo lo que ello supone. Es así, no hay más.
La otra opción es seguir peleando, plantar cara y dejarse todo en el campo, y en la grada, para revertir la situación. Ser optimista y saber que aunque lo demos todo, es posible que el resultado no sea el esperado, o que no sea suficiente, pero con el convencimiento de haberlo dado todo. De mostrar carácter; la casta necesaria para no dejarse llevar por los acontecimientos u obstáculos que se presentarán.
Volviendo a los párrafos iniciales, cuando Bob habla en el libro de gente extraordinaria, habla de aquellos que saben que se van a caer, que van a fracasar y que van a fallar. Gente mentalizada que a pesar de las múltiples caídas e inconvenientes, se van a levantar y van pelear de nuevo.
No me ha hecho falta leer el libro para saber que mis paisanos son gente extraordinaria, que mi pueblo es extraordinario. Creo que mis compañeros de grada, mis amigos, conocidos, cuerpo técnico, directiva y jugadores también lo son.
Creo que en Villacañas nos hemos levantado siempre que nos han golpeado y que hemos salido adelante de situaciones mucho más difíciles. Creo, además, que no nos dejamos llevar por los acontecimientos y que siempre peleamos, con casta y coraje, pero también con el optimismo suficiente para salir airosos de cualquier situación adversa por muy difícil que ésta sea.
También creo, y tenemos que ser optimistas, porque queda la mayor parte de la segunda vuelta y hablamos de más de 30 puntos en juego. Todo está en nuestras manos y aún tenemos la oportunidad de dar la vuelta a esto; y dudo mucho que nos conformemos con no salvar la categoría.
Y creo que un pueblo y una afición extraordinaria se merecen tener un equipo en Tercera.
Porque ellos, que han mantenido viva la llama y han hecho posible que vivamos el ambiente futbolístico que tenemos en el municipio, lo merecen.
Porque con casta, trabajo y optimismo, esta gente lo conseguirá; y también lo merecen.
Porque todos aquellos que sueñan con jugar algún día en el equipo de su pueblo también lo merecen.
Y porque la Tercera división merece tener a nuestra afición y a nuestro equipo compitiendo el año que viene.
Estas gradas, hoy vacías, estarán llenas el próximo miércoles en el partido aplazado contra el Manchego. Para ello, muchos tendremos que cambiar el turno en el trabajo, vendremos desde Madrid expresamente o pediremos salir antes de trabajar para llegar a tiempo y aportar nuestro granito de arena. Es nuestro compromiso con el club, con el equipo de nuestro pueblo.
Y sabemos que lo vamos a conseguir…. Por ti, por ellos, por nosotros, por todos; por ser un pueblo extraordinario.
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