Cd Villacañas 3 - Cd Azuqueca 2. Donde encuentres un balón tendrás un amigo: Un estilo de vida, el control y la perspectiva.

Decía un entrenador en una reciente entrevista que “donde encuentres un balón tendrás un amigo”, y es que para mucha gente, ir al fútbol es algo más que simplemente sentarte en una butaca a ver cómo once jugadores de tu equipo intentan llevar una pelota dentro de la portería rival. Es preparar durante los días previos el material que hará falta en la grada, organizar la comida de hermandad del grupo para compartir juntos una jornada, planificar el viaje para seguir a tu equipo, preparar el bombo, megáfonos, camisetas, banderas y bufandas. Es un estilo de vida.

También es muy célebre la cita que dice “sólo entiende mi locura quien comparte mi pasión” y este fin de semana tuvimos la ocasión de que un chaval de Villarrobledo, Carlitos, aceptara nuestra invitación y viviera el partido animando con nosotros. Un chico con una pasión, a los que incluso algunos la calificarán de locura, y un estilo de vida compartido por muchos de nosotros, guiados por la fidelidad a su equipo, a una idea y a unos colores. Un balón, una amistad, una misma pasión. 

Por otro lado, estamos viendo que esta temporada los partidos se han definido por pequeños detalles. Encuentros que parecían decantados se han igualado al final del mismo. Tenemos los casos de Conquense, Illescas, Miguelturreño o, sin ir más lejos, el de ayer mismo. Momentos en los que el equipo ha pasado por dificultades y en los que nunca ha perdido la cara al partido. 

Son esas fases de dificultad cuando es más importante no perder el foco y mantener la perspectiva y esto, a priori, parece fácil pero en un deporte en el que estás expuesto a cualquier contratiempo es muy difícil de ejecutar y llevarlo a la práctica. 

Ayer, tras el gol que supuso el empate a 2 en el marcador, lo más sencillo habría sido dejarse llevar por las circunstancias, ser dominado por la confusión o simplemente bajar los brazos y darse por vencido. Esto ocurre, normalmente, cuando el foco está puesto en el resultado y no en el proceso. 

Como hemos comentado anteriormente, los resultados son incontrolables y dependen de factores que en la mayoría de los casos no dependen de ti. Ademas, y aunque parezca paradójico, un exceso de foco en el resultado hace que pierdas la visión de conjunto, el propósito u objetivo, y que acabes fracasando. 

Esto es un error y la clave está en ser capaz de ajustar los pasos y considerar el resultado como una parte importante, que no determinante del proceso, y, mucho menos, el centro del mismo. Es decir, cuando conocemos nuestro propósito, y ponemos nuestra atención, y perspectiva, en cada paso del proceso, se proyectará toda la fuerza hacia la consecución del resultado, sabiendo que por el camino tendrás vientos favorables, y desfavorables, y que simplemente tendrás que ajustar el rumbo (proceso) para llegar a tu destino (resultado).

Frente Panocha: Un balón, una amistad, una pasión.

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